Si la voz se pudiera sentir con el tacto, sin duda la suya sería el terciopelo más puro y pleno de envolvente suavidad.
Nunca un sonido ha acariciado tanto el alma como su cálido timbre de voz, y más aún en estas fechas al sentir el calor del hogar y el tierno abrazo de aquellos años donde todo cobraba sentido, porque simplemente no necesitábamos que lo tuviera.
Una taza de chocolate o soñar con la magia de un regalo nos hacía brillar los ojos de una manera especial al llegar la Navidad, y eso era la verdadera esencia de estos días.
Por eso, aparca las preocupaciones, el consumismo y las prisas, porque el amor no entiende de actitudes forzadas, y sólo hace falta la dosis justa de Nat King Cole para no sentir frío en estas fechas repletas de alegría y melancolía a partes iguales.
Únicamente cierra los ojos, dale paso a la voz de la dulce nostalgia y deja sonar “The Christmas Song” (Canción de Navidad), mágica conjunción de elegancia, serenidad, ternura y añoranza para que tus días en Navidad respiren esa paz tan necesaria.
Su letra dice algo así:
Será difícil dormir esta noche, porque saben que Santa Claus está en camino. Ha cargado muchos juguetes y golosinas en su trineo, mientras cada niño intenta ver si los renos realmente saben volar.
Mientras, yo brindo esta simple frase a los niños de uno a noventa y dos años, que se ha dicho muchas veces y de muchas maneras:
“Feliz Navidad”
Mis mejores deseos siempre para ti y los tuyos.
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